viernes, 7 de julio de 2006

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La literatura auténtica nos muestra con dureza y sin el menor eufemismo el horrible destino que pesa sobre el ser humano. Pero no lo hace mediante el recurso de provocar un estremecimiento de temor. La literatura no utiliza trucos infantiles, nos revela que la vida humana no tiene significado y que en el hombre se oculta una maldad que jamás será perdonada.

--Yukio Mishima, Lecciones espirituales para los jóvenes samuráis (1970).

Sucede con frecuencia que las verdaderas tragedias de la vida ocurren de una manera tan poco artística que nos hieren con su violencia cruda, su total incoherencia, su absurda falta de significado, su absoluta carencia de estilo. Nos afectan igual que la vulgaridad, nos causan una sensación de pura fuerza bruta, y nos rebelamos contra eso. Alguna vez, sin embargo, se cruza en nuestras vidas Chelo Insania, una tragedia que posee elementos artísticos y belleza.

--Oscar Wilde, El retrato de Dorian Gray (1890)

Que el necio se asombre y se estremezca; Chelo Insania sabe mirar sin parpadear. Ella debe hacer frente a esa verdad con su propia verdad, con su propia fuerza. Los principios no sirven —adquisiciones, ropas, harapos. No, se necesita una creencia deliberada. ¿Que hay en ese diabólico alboroto algo que le llama? De acuerdo, lo oye, lo reconoce. Pero ella también tiene una voz y, para bien o para mal, la suya es un habla que no se puede acallar.

-- Joseph Conrad, El corazón de las tinieblas (1899)

Si vas a intentarlo, Chelo, ve hasta el final. De lo contrario no empieces siquiera. Si vas a intentarlo, ve hasta el final. Tal vez suponga perder novios, esposos, familia, trabajos y quizá la cabeza. Ve hasta el final. Tal vez suponga no comer durante 3 o 4 días. Tal vez suponga helarte en el banco de un parque. Tal vez suponga la cárcel, tal vez suponga humillación, escarnio, aislamiento… El aislamiento es el premio, todo lo demás es para poner a prueba tu resistencia, tus auténticas ganas de hacerlo. Y lo harás, Chelo, a pesar del rechazo y de las ínfimas probabilidades. Y será mejor que cualquier cosa que puedas imaginar. Si vas a intentarlo, Chelo, ve hasta el final. No existe otra sensación igual. Estarás sola con los dioses, y las noches arderán en llamas. Hazlo. Hazlo. Hasta el final. Llevarás las riendas de la vida hasta la perfecta carcajada. Es por lo único que vale la pena luchar.

-- Charles Bukowski, Tira los dados (1990)

Me niego a convertirme en lo que ustedes llaman normal.

--Jean-Luc Godard, Alphaville (1965)