lunes, 10 de agosto de 2009

Muerte a Niquel Yafson

El rey del pop yace dentro de la cámara hiperbárica que utiliza para diferir la única certeza, la que yo vengo a recordarle. Me basta remplazar el suministro de oxígeno puro por aire, y aumentar la presión interior hasta el máximo para que crezca la concentración de nitrógeno en su sangre. Sólo entonces le despierto. Al abrir la cámara bruscamente, la descompresión del nitrógeno le hace caminar hacia atrás de puntillas y le causa una embolia. Es una muerte dolorosa.

Después del baile yace a mis pies con la piel abultada por las burbujas. El síndrome del submarinista. Le quito su pijama verde de Peter Pan y preparo la brocha que traigo para pintarlo de negro. Que me aspen si...

Vuelvo la cabeza al sentir una pisada. Las experiencias engañan. Detrás de mi no veo más que un dormitorio en calma. La cama con dosel tiene forma de carroza convertida en calabaza; una de las lámparas es un cisne y la otra un patito feo; un destello en el espejo de la bruja de Blancanieves hace que me agache instintivamente y, ¡shhham!, un puñal se clava en un calendario de la Motown de 1968.

—Es la segunda vez que está usted cerca de matarme —digo. De la sombra emerge Rolanda Matacanes, la funcionaria sicaria:

—La burocracia no es mala, Señora Insania, sólo un poco lenta.

Le tiro la brocha y ella la esquiva con una voltereta, antes de desenvainar el estoque. Pero hoy no me encuentra desarmada: empuño mis dos dagas y preparo la defensa.

—¿Por qué estamos aquí, Insania? ¿Por el tema de los transplantes de piel y tal?

—Niquel Yafson era un niño negro que quería parecer un adulto blanco. Ha hecho mucho daño queriendo dejar de ser lo que era, queriendo parecer lo que no era.

—¡No me haga reír, doña trendhunter! Yo pensaba que la moda iba de eso. La prensa dice que Niquel Yafson creó más tendencia que la revista Vague. Que era “un despilfarrador con delirios de grandeza”. Y un pervertido. ¿No son mejores razones para matarlo?

—Un niño prodigio gana un millón de dólares, y descubre a los cuarenta años que le han robado la infancia. Por eso construye un parque de atracciones alrededor de su casa, para jugar con sus hijos y sus amigos los niños.

—¡Ja! ¡Ni los hermanos Yafson se creen ese cuento!

Rolanda Matacanes lanza dos furiosas estocadas que consigo esquivar. La tercera cercena la cabeza del patito feo, la cuarta muere a treinta centímetros de mi frente, en la cruz de acero de mis dos dagas. Empujo con fuerza y la hago retroceder.

—Yo creo en el día en que la estrella con el universo a sus pies, el genio adulto al que el mundo admira, se da cuenta de que el parque de atracciones donde vive no le hace feliz. No puede hacerle feliz porque ya no es un niño.

—¡Eso aclara el tema! Al tipo le faltaba un tornillo. El mismo que le falta a usted, Insania.

Rolanda vuelve a la carga dispuesta a coserme el corazón y me arrojo sobre la cama de agua. El estoque se queda clavado en la calabaza de madera y eso me proporciona unos segundos. El cuerpo a cuerpo nunca ha sido mi fuerte; pero mi desconcierto no se debe a esta desventaja, sino a la estrecha persecución de la dama del estoque. Ya no debo esconder mi rostro de la INTERPOL solamente: alguien ha puesto precio a mi vida, y esta mujer con capa de terciopelo está dispuesta a cobrarlo. Debo repasar la Lista de Muertos en busca del nombre que pueda llevarme hasta el que paga su sueldo. Una viuda, un familiar, un amigo agraviado... ¿No va a protegerme su ley, querida Tanako, de esta violenta venganza?

—No estoy loca, estoy enferma.

El estoque ya vuelve a la carga cuando alguien llama a la puerta del dormitorio. La voz de un hombre pide permiso para entrar. Rolanda estira el dedo índice y dibuja una horizontal bajo su garganta:

—Estás en mi lista, Insania.

Mi enemiga envaina el estoque y desaparece por el tobogán instalado en la ventana. Yo me oculto dentro de la reproducción del armario de E.T., entre una pila de peluches. La puerta se abre para el médico personal de Niquel Yafson, que busca el pulso a la tragedia y hace una llamada de emergencia.